Discriminación y violencia de género obstaculizan labor de mujeres periodistas en América

Los obstáculos y la violencia que afrontan las mujeres periodistas en América se ven incrementados, incluso con modalidades específicas, en consecuencia, de las desigualdades de género por el sólo hecho de ser mujer.

Aunque los riesgos que corren en el ejercicio de su profesión podrían ser los mismos que los de los periodistas hombres que investigan temas de corrupción, crimen organizado y violaciones a los derechos humanos, estos se potencializan al sumar vertientes como la de ser mujer, su raza o su etnia.

La religión, estado de salud, edad, clase, orientación sexual e identidad de género, son factores invisibles de riesgo para el libre ejercicio de las periodistas en América.

De esto nos habla el libro digital “Mujeres Periodistas y Libertad de Expresión”, en el cual se exponen los datos sobre ‘Discriminación y violencia basada en el género contra las mujeres periodistas por el ejercicio de su profesión’ por parte de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).DESCARGAR

Publicado el 31 de octubre de 2018 por la Organización de los Estados Americanos (OEA) con el abogado y uruguayo Edison Lanza como Relator Especial para la Libertad de Expresión el documento fue elaborado e impreso gracias al financiamiento de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI).

Con 79 páginas, el informe relata en 180 puntos, a través de 3 capítulos titulados:

  • 1) La situación de las mujeres periodistas en América
  • 2) Marco Jurídico Internacional Aplicable
  • 3) Conclusiones y Recomendaciones

Cabe hacer mención que en 1999 la CIDH publicó “Mujer y Libertad de Expresión” el informe que por primera vez analizó la relación entre la condición de la mujer y su repercusión en el derecho a la libertad de expresión e información y los factores que conducen a la desigualdad y la discriminación.

En el primer capítulo: La situación de las mujeres periodistas en América, se relatan los datos e informes que se tienen sobre la discriminación contra las mujeres periodistas en los medios de comunicación. Además de la violencia basada en el género contra las mujeres periodistas, tales como la violencia y el acoso, la violencia en línea contra mujeres periodistas y la violencia contra periodistas comunitarias e indígenas.

Concluye dicho capítulo con la descripción de las barreras en el acceso a la protección y justicia de las mujeres periodistas las cuales van desde la ausencia de mecanismos y programas específicos de protección en algunos países hasta la deficiencia en el diseño e implementación de los mecanismos existentes.

En el segundo capítulo: Marco jurídico internacional aplicable se aborda la seguridad de periodistas vista desde una perspectiva de género con dos ejes principales, las obligaciones del Estado y el rol que juega la Iniciativa privada a través de las organizaciones periodísticas en el tema.

Finalmente, se detallan los resultados de la evaluación en la perspectiva de igualdad en y a través de los medios de comunicación en el tema de los derechos de las mujeres periodistas en el pleno ejercicio de su labor periodística.

Por demás importante resulta el capítulo tercero: Conclusiones y recomendaciones, cuyo contenido es dividido en dos grandes ramas: las recomendaciones a los Estados y las recomendaciones a otros actores.

De tal forma que el documento subraya el derecho de las mujeres periodistas a ejercer el periodismo libre de discriminación y violencia basada en el género, por lo que las medidas legales y políticas deben formar parte de las estrategias para garantizarlo.

Por lo cual no sólo se requiere la acción de los Estados, sino también el trabajo de las organizaciones y los medios de comunicación, así como de las plataformas en línea, la sociedad civil y todos los actores interesados en la salvaguarda de dichos derechos.

Cabe señalar que las recomendaciones hechas a los estados en este Libro convocan a adoptar medidas positivas para combatir toda práctica discriminatoria y crear las condiciones para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres en el ejercicio de la libertad de expresión.

Además de Integrar la perspectiva de género en todas las iniciativas dirigidas a crear y mantener un entorno seguro para el periodismo libre e independiente.

Estas recomendaciones hechas a los Estados de todo América están divididas en recomendaciones en materia de prevención, protección, justicia y reparación.

Mientras que las recomendaciones a otros actores están dirigidas a los medios de comunicación, a las universidades y escuelas de periodismo, a los sindicatos, colegios y asociaciones de periodistas, a las plataformas en línea y a la sociedad civil.

De estas últimas, las dirigidas a la sociedad civil, destacan la promoción y protección a los derechos humanos enfatizando los derechos a la libertad de expresión de las mujeres a fin de alcanzar el pleno ejercicio de los Derechos Humanos en general.

Y la convocatoria que se hace a la sociedad civil para que se asegure de que las iniciativas destinadas para proteger y promover el derecho a la libertad de expresión incorporen la perspectiva de género a fin de promover los derechos humanos de las mujeres periodistas en América.


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